Hace un par de días decidí salir a caminar junto a mi padre antes de que amaneciera -a eso de las 4am- él iba por su lado y yo por el mío, cuando vamos a mitad de camino, que el sol decide hacer su primera entrega de rayos solares, es ahí cuando me doy cuenta de las cosas tan maravillosas que la naturaleza tiene por brindarnos, sin embargo, somos nosotros quienes le damos la espalda a las expresiones de más sencillas de belleza, tratando de destruir algo que se nos ha regalado desde el inicio de los tiempos por el simple echo de ser humanos.. Todavía me sigo preguntando, cual es la causa de aquellas personas que pretenden contribuir en la contaminación de la tierra que tantos frutos nos ha dado, que tanta protección nos brinda.. Fue en el preciso momento, cuando vi combinar todos esos mágicos colores en el crepúsculo matutino cuando entendí que mientras que unos duermen, mi ciudad demuestra su realidad, que no solo esta llena de hermosos extranjeros, esbeltos, rubios y castaños, sino la realidad del trabajador, del que sale en bicicleta porque no le alcanza para el bus, del que cuenta las monedas para que le alcance para el transporte de venida, de ese colombiano que madruga y bajo el sereno de la madrugada húmeda se dirige a un rumbo peligroso con sus familias en casas rezando por su bienestar.. Todos durmiendo, y ellos son los únicos que se deleitan viendo semejante espectáculo de colores, gracias a Dios que me dio la oportunidad de despertarme tan temprano disfrutando de una caminata antes de salir a estudiar.Un beso para todos, los he extrañado con el alma, el vintage volvió y yo también!
Angela Marrugo<3
